viernes, 2 de abril de 2010

Violación de los derechos humanos en Cuba 3º parte

Recientemente, fuentes emanadas de la embajada cubana, han dado a conocer declaraciones y documentos que entran a explicar la génesis desde donde proviene la gran orquestación de tamaña falacia. Apunto sólo algunas, provenientes, todas ellas, de documentos oficiales desclasificados de EE.UU:

-Según reveló el General Kirkpatrick, quien fuera Inspector General de la CIA, la esencia del programa Cuba de la agencia es, “fabricar una oposición dentro de Cuba alimentada con asistencia clandestina externa” y “organizar una oposición desde el exterior que sirva de cobertura a las actividades de la Agencia” (Inspector General´s Survey of the Cuban operation and associated documents, october 1961. CIA, february 1969)

- “…la mayoría de los cubanos apoyan a Castro… el único modo previsible de restarle apoyo interno es a través del desencanto y la insatisfacció n que surjan del malestar económico y las dificultades materiales…hay que emplear todos los medios posibles para debilitar la vida económica de Cuba… negarle dinero y suministros…, provocar el hambre y la desesperación y el derrocamiento del gobierno” (Documento del Departamento de Estado -6 abril 1960- que incluye aprobación firmada por su jefatura)

Documento de la Oficina del Secretario de Defensa bajo el título: "Pretextos para Justificar la Intervención Militar de los Estados Unidos en Cuba", (9 de
marzo 1962). Se somete a la consideración de la Junta de Jefes de Estado Mayor un paquete de medidas de hostigamiento que tenían por objetivo crear las condiciones para justificar la intervención militar en Cuba. Entre las medidas consideradas estaban las siguientes:

• "Una serie de incidentes bien coordinados se planificarían para que
ocurriesen en [la base naval de] Guantánamo o sus alrededores, a fin de crear una apariencia verosímil de que fueron realizados por fuerzas cubanas hostiles".

• "Los Estados Unidos responderían con la ejecución de operaciones ofensivas destinadas a asegurar los suministros de agua y energía, destruyendo los emplazamientos de artillería y morteros que amenazan a la base. Comenzarían operaciones militares norteamericanas en gran escala".

• "Pudiéramos hacer volar un barco norteamericano en la bahía de
Guantánamo y culpar a Cuba".

• "Pudiéramos desarrollar una campaña terrorista cubano-comunista en el área de Miami, en otras ciudades de la Florida y en Washington. La campaña de terror podría estar encaminada contra los refugiados cubanos que buscan asilo en los Estados Unidos".

• "Pudiéramos hundir una embarcación llena de cubanos en ruta hacia la
Florida (real o simulada)".

• "Pudiéramos promover intentos contra las vidas de los refugiados cubanos
en los Estados Unidos, incluso hasta el punto de herir a algunos de ellos en
casos que serían ampliamente divulgados".

• "Hacer explotar unas cuantas bombas de plástico en lugares cuidadosamente escogidos, y dar a la publicidad documentos preparados que fundamenten el comprometimiento cubano”.

• "Pudiera simularse una expedición desde territorio cubano y apoyada por Castro’ contra una nación caribeña vecina de Cuba". "El uso de aviones tipo MIG tripulados por pilotos norteamericanos pudiera ofrecer causas adicionales de provocación."

El documento es mucho más largo y continúa con otras ideas o propuestas similares… Ahora bien, más allá de hechos y documentos que refieren casos específicos, en esta nota es mi interés dar una visión global del modo como se ha presentado el problema de los derechos humanos en nuestro subcontinente, y también el modo de enfrentarlos y superarlos:

Empezaré diciendo que América Latina es un mosaico de naciones con
diversos niveles de educación y desarrollo, distintos grados de modernización, distintas nacionalidades, diversidad de costumbres, tradiciones, etc. No obstante sus diferencias, subsisten problemas comunes: dependencia política, económica, social y cultural respecto de los países altamente desarrollados, explotación sistemática del trabajo de nuestros trabajadores y un abismo social cada vez más marcado entre ricos y pobres. Por lo demás, si exceptuamos a algunos pocos países (Cuba, Argentina, Uruguay y Costa Rica), el resto presenta un racismo y biclasismo irritante, respecto de su población negra, indígena y mestiza.

Un legado de poco más de 500 años de historia de dominación, una historia plagada de conflictos y contradicciones, en la que lo único que ha cambiado ha sido el carácter de los dominadores, han perpetuado la pobreza y la marginalidad de la mayor parte de nuestra población, tendencia que hasta hoy se reproduce y se profundiza bajo nuevas modalidades.

De poco más de 500 años de Historia, los países de América Latina bien han sabido lo que significa la palabra “Derechos Humanos” (DDHH) y
Autodeterminació n de los Pueblos en boca de los países más ricos y
desarrollados, fundamentalmente, del norteamericano. Han tenido que sufrir una interminable serie de intervenciones directas o veladas. De ello, una historia plagada de intervenciones de los EEUU en nuestra región se encuentra bien documentada.

Hablar de la pérdida de la soberanía política en América Latina es hablar de la pérdida de nuestras riquezas materiales, porque la violencia dominadora
estuvo, como siempre en la historia, al servicio de la apropiación de nuestros recursos más vitales. Esta fue la lógica que trajo a los conquistadores europeos, en siglos pasados, y lo que atrae hoy al moderno conquistador norteamericano. No obstante, hoy el colonialismo no tiene razón de ser, pues las intervenciones operan de otro modo: a través de la ciencia y tecnología, la comunicación, la ideología, la cultura, etc., que como métodos de sometimiento han resultado ser más eficaces que los modos coloniales tradicionales.

En este cuadro, los EEUU nos ha trasladado, no sólo sus sistemas de
operación mercantiles y la imposición de su sistema político (binominalismo) , sino también los productos ideológicos propios de una sociedad del capitalismo avanzado. Esta exportación ha sido sumamente exitosa, del momento en que no hay otro ejemplo, en que la dominación y control cultural de un país imperialista, sobre una zona del mundo, se haya desarrollado tan bien entre estos dos polos.

Por eso no ha sido suficiente, como se pensaba, que una vez terminadas las dictaduras militares pudiéramos haber llegado a un estado feliz respecto de la situación de los DDHH, puesto que, en las nuevas condiciones impuestas por la fase económica neoliberal, las dictaduras se han hecho innecesarias para aquellos que las impulsaron: el gran capital financiero y el nuevo ideologismo venido desde los estados imperiales. Por eso, se habla mucho de los DDHH en nuestro subcontinente sin tenerse una noción muy clara de la amplitud de su significado.

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